Un sistema que no deja subir a los árboles

El sistema educativo, hoy día, no contempla que un niño o una niña se suba a un árbol.

Padres, madres, abuelas y educadores no dejan que los niños se suban a los árboles. El sistema educativo lo componen todos ellos, los que no dejan que los niños y niñas escalen muretes o se suban a los árboles.
Y con esta obsesión por hacer cada vez más segura la vida de nuestras criaturas, hemos avanzado paralelamente en la pérdida de la sustancia educativa.

Educadores y educadoras pasan largas horas dedicados a burocracias y papeleos exigidos por el cumplimiento del currículo y por el sometimiento a las inspecciones educativas. 

Madres y padres pasan largas horas ante circulares, notificaciones, boletines, informes y notas informativas del colegio. 
El sistema educativo, ha delegado la función de enseñar a subir árboles en los medios virtuales. Los niños leen desde pequeños aventuras que suceden a otros, ven dibujos animados con sus personajes favoritos, juegan a videojuegos de vidas virtuales. Puede que alguno de esos protagonistas suba a un árbol. Pero nuestros hijos tienen prohibido hacerlo.
El sistema está obsesionado por el control, la seguridad, la evaluación, el registro...
Mientras tanto, algún niño debe estar mirando un árbol con apetito de aventura, pero cerca habrá un adulto que se encargará de quitarle las ganas.